Hoy te escribo a la distancia. Quiero decirte tanto, pero el tiempo es un poco breve. Así que voy a empezar por decirte algunas cosas que creo importantes. Este texto es para vos, mi querida Flor del pasado.
Categoría: Experiencias
Hay una frase del escritor estadounidense Ernest Hemingway que dice que “el mundo nos rompe a todos, y después, muchos son fuertes en los lugares rotos”. Creo que yo, como muchos, también me volví más fuerte estando rota.
¿Qué es lo que hace que uno tome impulso? Supongo que un mix de todo. De miedo, de pasión, de entusiasmo, de curiosidad.
El amor y el miedo a lo desconocido. La oportunidad y la apertura. El permiso a sentir. Las noches desenfrenadas y permisivas. Decir que no y después que sí. Vivir algo distinto sin arrepentirse.
¿Por qué los seres humanos nos esforzamos tanto intentando que las cosas funcionen? ¿Por qué simplemente no podemos aceptar que a veces las cosas no funcionan más porque ya no son para nosotros? ¿Quién dice que tenemos que quedarnos, resistir, luchar y sufrir en vano? ¿Es fracaso o sabiduría reconocer cuando algo no va más?
Me da miedo pensar en la muerte, en la desaparición de los cuerpos, en la mutación de las cosas. Me da miedo a veces sentir culpa, tanta culpa.
Me llevaría algún tiempo entender que a veces no lloramos por lo último que nos causó dolor, sino por todas las veces que no pudimos llorar a tiempo.
Abrir los ojos y sorprenderse. Descubrir y descubrirse. Vivir intensamente, vivir incluso con el miedo, con el vértigo frente a lo nuevo, a lo desconocido. Después decirse -y repetirse a uno mismo- que el sueño era el correcto.