Le dije que yo no hubiera podido. Que no todos estamos preparados para tratar así a los huesos. Él replicó que hasta los había acomodado en la caja del nuevo nicho. Lo miré de reojo y traté de ver si no había en su rostro. Pero no. No vi nada.
Autor: mfgagliardi
Estudié la Licenciatura en Comunicación Periodística en la Universidad Católica Argentina. En tercer año de la carrera empecé una pasantía en el diario La Nación que me permitió conocer el mundo del periodismo gráfico por dentro y adquirir nuevas herramientas para la producción y edición de noticias en el sitio digital lanacion.com.ar. A los 24 años ingresé como redactora y editora del portal económico iProfesional, donde realicé producciones de notas vinculadas a temas económicos y políticos. Allí trabajé durante un año y luego me convocaron como redactora digital del canal de televisión de noticias Telefe, donde me desempeñé desde el 2015 hasta marzo de 2020 como redactora en la página www.telefenoticias.com.ar. En el 2016 hice una especialización en Periodismo Narrativo en la Fundación Tomás Eloy Martínez, a cargo de la cronista Leila Guerriero y en el 2018 participé como adjunta de cátedra de la materia "Técnicas de Redacción para Medios Digitales", en la Escuela de Comunicación ETER.
¿Viajás sola?, pregunta el hombre que maneja el taxi. Acomodo mi bolso en los asientos de atrás, dejo la mochila entre mis pies, y le contesto que sí. ¿Te molesta la radio?, pregunta después y le digo que no, que por mí la radio está bien.
Me despierto y miro el reloj. Son las 6.29 y pienso que por suerte ya no estoy ahí, en el local abandonado entre las moscas y cucarachas. Y siento alivio de no estarlo. Me dan miedo los bichos voladores. Todavía con los ojos medio entreabiertos a punto de volver a dormir pienso en qué dicen los sueños. Qué extraño significado tendrán.
La abuela era una mujer sencilla, humana, cabeza de familia. Se sentaba al frente de la mesa y nos miraba a todos con el ceño fruncido y muecas de sonrisa. Se sentaba última porque siempre estaba en los detalles.
Alejandro, mi psicólogo, me ayudó a ser más paciente. A entender que el cambio es casi inevitable. Que cambiamos todo el tiempo y que aferrarse no sirve.
Pasarán 180 días en total hasta que Juan sepa que ese algo circular, abultado y más grande en su axila izquierda es un linfoma de Hodgkin.
Decir adiós requiere, ante todo, valentía. Te obliga a convencerte de que sólo el tiempo traerá eso que todos algún día necesitamos: alivio.