Me despierto y miro el reloj. Son las 6.29 y pienso que por suerte ya no estoy ahí, en el local abandonado entre las moscas y cucarachas. Y siento alivio de no estarlo. Me dan miedo los bichos voladores. Todavía con los ojos medio entreabiertos a punto de volver a dormir pienso en qué dicen los sueños. Qué extraño significado tendrán.
Año: 2017
«El Tano» se da vuelta y suspira despacio. Quizás es la memoria que le trae recuerdos. No siempre es fácil volver al pasado. Pero “El Tano” vuelve. Ahora, arriba de un taxi, 35 años después.
Alejandro, mi psicólogo, me ayudó a ser más paciente. A entender que el cambio es casi inevitable. Que cambiamos todo el tiempo y que aferrarse no sirve.